Consuelo Toba, fundadora de la Academia Colorín, estudió Bellas Artes y Diseño mientras, simultáneamente, ilustraba libros y publicaba en periódicos. Su pasión por el conocimiento la llevó a estudiar Farmacia en la Universidad de Los Andes y a obtener un Magíster en Gerencia Empresarial en la Universidad Fermín Toro. Más tarde, en Tenerife, España, se especializó en TDHA, Trastornos del Aprendizaje y Conducta, y Atención Psicoeducativa en niños con Hiperactividad en la Universidad Antonio de Nebrija.
Con esta entrevista conocerás más sobre Consuelo Toba y la Academia Colorín, una entidad que se ha consolidado como referente en la enseñanza del arte, ofreciendo un espacio inclusivo donde niños, niñas y jóvenes, encuentran un lugar seguro para expresarse y desarrollarse.
¿Qué papel juega el arte en el fomento de la autoexpresión y la autoestima en los niños y las niñas?
El arte les permite a los niños/as expresar sus pensamientos, sentimientos e ideas de una manera única y personal, y se transforma en una herramienta de cambio y crecimiento. Desde el dibujo y la pintura, los niños pueden comunicar aspectos de su mundo interior, que quizás no pueden expresar con palabras. Por ello, el arte es en sí una vía de expresión y de liberación, que los fortalece en lo interior y les confiere mayor seguridad y confianza.
El arte puede ser un medio terapéutico para los niños, ayudándolos a procesar y entender sus emociones. El proceso creativo implica enfrentar y superar desafíos: los niños desarrollan resiliencia y confianza en sus habilidades para superar obstáculos en otras áreas de la vida.
Por otra parte, el arte mejora la coordinación motora fina y las habilidades cognitivas, lo cual puede aumentar en los niños la confianza en sí mismos, siendo más aventureros en su aprendizaje y en la vida cotidiana, lo que implica la liberación de emociones negativas, que puedan afectar su comportamiento personal y social.
En mi experiencia, Colorín es un espacio en el que los niños se sienten libres de expresar sus emociones e ideas, nadie los cuestiona. Por otra parte, se vuelven más creativos, ya que cuando ponemos un modelo que todos deben seguir, el alumno lo complementa con sus ideas, aportes, talentos, emociones, y al final cada uno tiene una obra original, propia, que expresa su magia: ese detalle que los hace únicos y auténticos. Son más comunicativos entre ellos y con la profesora, lo que les permite hablar acerca de sus sueños, anhelos e ilusiones, y hay una estrecha interrelación entre ellos en donde cada uno aporta sus propias ideas. Todo esto se traduce en empatía con los otros, lo que se manifiesta con aplausos, emoticones, corazones…
¿Qué impacto tiene el arte en el desarrollo social y emocional de los niños/as?
El arte fomenta la resolución creativa de problemas, lo que puede ser aplicado en el manejo de conflictos interpersonales. Los niños aprenden a abordar los desacuerdos de manera constructiva y pacífica, y que ello se traduzca en un ambiente agradable en el que sea posible que se corrijan los trabajos de manera paulatina, sin que haya una molestia. Sin embargo, los niños/as expresan lo que desean pintar de acuerdo a sus gustos y estilos, lo que se traduce en que cada uno va a tener una obra parecida, pero con su sello personal.
El acto de crear es relajante y meditativo, ya que las actividades artísticas pueden ayudar a los niños a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionándoles un refugio emocional y una forma de escape positiva y de crecimiento personal.
Con el arte los niños/as desarrollan resiliencia. Aprenden a perseverar, a tolerar la incertidumbre y a manejar el fracaso, habilidades que son esenciales para su desarrollo emocional.
El arte fomenta la resolución creativa de problemas, lo que puede ser aplicado en el manejo de conflictos interpersonales.
Usted cuenta con una amplia trayectoria trabajando con niños, niñas y jóvenes con TDAH ¿Qué técnicas utiliza con ellos y qué avances se logran?
El trabajar con niños con TDAH nos hace tomar consciencia de que ellos tienen otras necesidades que debemos atender, por ejemplo: aceptar que se levanten de sus sillas y trabajen de pie, o que vayan al baño a lavarse las manos por el simple hecho de moverse o desplazarse.
La técnica consiste fundamentalmente en reconocer y aceptar sus necesidades y ser empáticos frente a ellas, lo que nos permite mantener un ambiente de trabajo grato, en armonía, en el que haya una comunicación abierta y cercana.
Otra de nuestras técnicas, consiste en mejorar la motricidad fina, al manipular pinceles y otros materiales, como los lápices gruesos para que puedan manipularlos con facilidad. Los niños/as con TDHA (trastornos por déficit de atención e hiperactividad) a menudo pueden sentirse abrumados, razón por la cual la utilización de diferentes materiales necesarios para la ejecución del dibujo y la pintura, les confiere mayor seguridad en el momento en el que realizan sus obras. Así también, los ayudamos a enfrentar los cambios propios de la vida y reducir el estrés y elevar la autoestima.
Del mismo modo, cuando los niños están abrumados, trabajamos en un ambiente con música suave, relajante y estimulante de la creatividad, lo que armoniza el ambiente y permite un trabajo artístico sosegado y divertido.
El trabajar con niños con TDAH nos hace tomar consciencia de que ellos tienen otras necesidades que debemos atender
En general, ¿qué desafíos enfrentan los niños/as con necesidades especiales al participar en actividades artísticas?
Los niños con TDAH pueden tener problemas para mantener la atención durante períodos prolongados, lo que puede dificultar la finalización de proyectos artísticos, pero al dividir las actividades en sesiones más cortas y permitir pausas frecuentes mediante la conversación grupal, puede ayudar a mantener el interés y la concentración. La impulsividad puede llevar a los niños a actuar sin pensar, lo que trae como resultado: errores, trabajos incompletos o el uso inapropiado de los materiales propios del arte.
Considero que la solución está en establecer reglas claras y dar instrucciones paso a paso, lo que ayuda a los niños a controlar su impulsividad. Trabajo con niños/as sin control de la ira, y llegan a la clase molestos por situaciones vividas en sus casas, o en sus colegios, o con sus amigos, pero a partir de este momento ellos comienzan a hablar, a participar y a expresar sus molestias, sus enojos y rabias, lo que implica liberar emociones y así se logra un estado de mayor tranquilidad y sosiego.
Como profesora de arte me siento realizada y conmovida, al ver que los niños superan situaciones y conflictos interiores. Incluso, ha habido casos en los que los niños no hablaban, y solo se comunicaban con la palabra escrita, y luego de varios meses de trabajo artístico, comenzaron a expresarse oralmente, tanto con sus compañeros como con su profesora, lográndose así el desbloqueo mental.